Conceptos del proyecto
Se invierte la disposición tradicional de los usos, situando en la planta de acceso el vehículo y los dormitorios, mientras que en la planta superior se ubican las estancias de día —estar y cocina—, abiertas hacia las mejores vistas y orientaciones. El sótano se concibe como una extensión habitable del conjunto, incorporando un patio trasero que permite iluminar y ventilar naturalmente los espacios inferiores, dotándolos de una calidad ambiental inesperada en este nivel.
Se emplean materiales aparentemente opuestos, como la chapa metálica Pegaso y el ladrillo cara vista, cuya contraposición intencionada permite generar un diálogo material equilibrado entre lo industrial y lo artesanal. Esta tensión entre ambos elementos otorga al conjunto una identidad contemporánea, coherente con la búsqueda de honestidad constructiva y expresividad en los acabados.
El empleo de acabados de alta eficiencia, como la combinación de ladrillo cara vista con sistema SATE, junto con la integración de toldos domotizados en los grandes ventanales y la incorporación de los sistemas energéticos más avanzados del mercado, convierten a estas viviendas en un referente en sostenibilidad y confort ambiental.
La planta baja alberga la parte más pública del estudio, aprovechando la relación directa con la calle. Se propone compartimentar el espacio usando estanterías móviles, de tal forma que se pueda adaptar el espacio a los diferentes usos que se necesiten.
La planta alta será la zona de trabajo, con más privacidad y mejor soleamiento. El mobiliario se ha diseñado adaptado al espacio existente para conseguir el máximo aprovechamiento. Además, el balcón exterior con el juego de las persianas de madera, ofrece un espacio intermedio con un carácter distinto al del espacio de trabajo, y que actúa en verano como amortiguador de la radiación solar.