Conceptos del proyecto
Con estas premisas se ha intentado desarrollar un edificio que responda de manera equilibrada a los requerimientos de cada fachada y a la vez dar una imagen adecuada a la posición del mismo respecto a la ciudad.
La fachada norte se abre al río Genil, enmarcando las impresionantes vistas hacia Sierra Nevada a través de un sistema de terrazas apiladas, concebidas como volúmenes autónomos que fragmentan y dinamizan la percepción del alzado.
En contraste, la fachada sur, orientada a la nueva calle peatonal, se define por una celosía continua que filtra la luz y protege las galerías de acceso . Aqui se disponen todos los núcleos de comunicaciones y zonas comunes a modo de galerías abiertas.
La pendiente natural de la parcela ha sido un factor determinante en la organización del edificio. En su extremo sureste, donde el desnivel es más pronunciado, se ha dispuesto el acceso rodado mediante una plataforma elevadora, que conecta la Plaza Puntal de Vacares con el sótano de aparcamiento. Esta solución permite resolver de manera eficiente la movilidad dentro del conjunto, garantizando accesibilidad y funcionalidad
En el diseño de las viviendas se ha primado el concepto de ventilación cruzada como elemento irrenunciable de las mismas, estando todas ellas conectadas siempre con fachada y patio interior. Los espacios que se generan intentar ser lo más flexible posible generando una diversidad de tipologías.
